Concesión Estacionamientos

en el centro y costanera

de Villarrica.

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No importa si los concejales son profetas de Tiempos Mejores o compañeros revolucionarios, podemos concluir que hay un apoyo irrestricto por parte de las autoridades al cobro de estacionamientos. El debate se focaliza en cómo, cuándo y dónde se cobrará. Incluso, algunos hacen la de Kiko, argumentan que el privado que ganó la concesión no les simpatiza, pero aprueban igual. Pero ninguno cuestiona la legitimidad del cobro. 

 

Comencemos por el principio de la historia: El 21 de diciembre del año 2006 se celebró el contrato que concesiona los estacionamientos. Las razones que argumentaron las autoridades de la época fueron todas dignas de un Premio Novel de La Paz: “Resulta inaudito que los mismos dueños del comercio posean dos y hasta tres vehículo estacionados  fuera de su negocio. Al concesionar, no solo garantizamos la comodidad y seguridad del cliente, sino que, además, estamos ayudando a los mismos comerciantes”. Aplauso cerrado.

  

Se aprobó la concesión de estacionamientos. A $200 la media hora, $ 400 la hora y a $ 600 la hora y media. De lunes a viernes  de 09 hrs. a 21 hrs. y sábados de 09 hrs. a 14 hrs., en verano. Asomando el invierno sólo se cobraba hasta las 18 hrs. Los que tenían vehículos encontraron que era un poco caro y los que no tenían vehículo dijeron que no se metían en weas porque con suerte andaban en bicicleta. Claro, nada hacía sospechar que para el 2018 el parque automotriz (y la contaminación) iba a crecer monstruosamente y que los vehículos aún no  estarían en condiciones de volar.

 

Desde ahí en adelante la información fue un tanto difusa. Es preciso mencionar que, en desmedro de la transparencia,  la página web de la Ilustre Municipalidad sube las actas del Concejo con varios meses de desfase. Si es que la sube, claro. Esta ineficiencia comunicacional e involuntaria, favorece la proliferación de todo tipo de comentarios que dañan la integridad de nuestras Autoridades y de la Institución misma. Nosotros, aunque ustedes no lo comprendan, deseamos colaborar sugiriendo una solución: Informar cuánto se ha recaudado y en qué se han invertido los recursos obtenidos del cobro de estacionamiento. Sobre todo porque se trata de en un espacio público que nos pertenece a todos. Urge obtener información, porque cuando conducimos por las arterías céntricas, tenemos la leve sensación de que las calles están un poco destruidas y cuando caminamos nos topamos con “baldosas escupidoras”, que son las baldosas sueltas que lanzan un chorro de agua cuando se las pisa bajo las lluviosas tardes de invierno. Como sea, no nos dimos ni cuenta y la tarifa llegó a costar $ 600 la hora.

 

Recientemente, bajo la premisa del “orden” se aprobó la modificación a la concesión de cobro por estacionamientos. Dicha “mejora” amplió el radio de calles y aumentó drásticamente la tarifa: A $200 los primeros 15 minutos en el radio céntrico. A $15 pesos el minuto adicional,  lo que equivale a $875 la hora. En la Costanera tendrá un costo de $500 la primera media hora. Mientras que si a usted se le ocurre ir de mañana, es decir de 10 hrs a 14 hrs., lo garrotearán con $2.500 y con $5.000 si cambia de parecer y quiere ir desde las 14 hrs.  hasta las 21 hrs. Ahora, si pretende quedarse todo el día, bueno, son $ 6000 lukitas no más y quedamos como amigos.

 

Con esos valores, que difícilmente bajaran cuando termine la época estival, es difícil creer que el aumento de tarifa es para nuestra comodidad. Como bien mencionó un ciudadano en su intervención en el Consejo donde se aprobó este aumento: “No podemos estar en desacuerdo con el hecho de que la concesión genere trabajo. 30 puestos en invierno y 60 doble en verano, pero sigue siendo a costa de los ciudadanos que ya están pagando impuestos”. Mención aparte son las condiciones laborales de esos trabajadores. ¿La Inspección del Trabajo? Bien, gracias.

 

Si son efectivas las cifras que los mismos Concejales han informado, el privado se queda con una utilidad aproximada de $ 600 millones, mientras que el municipio percibe, aproximadamente, $ 56 millones. Estos montos son proclives a generar una legítima sospecha sobre el pésimo acuerdo que han realizado nuestros representantes y en qué se ha invertido lo recaudado. Alguien no está haciendo bien su pega o, simplemente, no le importa. Usted, vecino, tiene que seguir pagando. Agárrate el bolsillo que vienen tiempos mejores.